Reto 1: Plan Estratégico de Salud y Medioambiente 2022-2026 - INAP 2022

 Reto y entrega 1: ¿Existe algún plan de localización de ODS en tu Administración?

El Plan Estratégico de Salud y Medioambiente 2022-2026

Uno de los trabajos más recientes, realizados por el Ministerio de Sanidad en coordinación con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en relación con los ODS y la Agenda 2030 es el Plan Estratégico de Salud y Medioambiente 2022-2026, que refleja la interdependencia directa entre el medio ambiente y la salud de la población.

No solo establece las líneas de intervención y los objetivos e indicadores concretos para los factores de riesgo ambiental más relevantes, sino que también está en consonancia con los compromisos adquiridos con iniciativas internacionales de la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud.

El objetivo principal del Plan Estratégico es contribuir a mejorar la calidad de vida del ser humano y la conservación del medio ambiente generando entornos saludables y actuando sobre los determinantes de la salud. La evidencia y la experiencia nos indican que los enfoques centrados en el tratamiento de enfermedades individuales son insuficientes para abordar los actuales desafíos sanitarios relacionados con el medio ambiente.

Creo que hoy en día, todos estamos concienciados sobre la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 y los riesgos asociados al Cambio Climático (contaminación atmosférica, incremento de temperaturas, pérdida de la biodiversidad), debido a que forman parte de nuestras noticias diarias. 

Sin embargo, no todo el mundo es consciente de que las condiciones ambientales tienen un efecto directo sobre la salud humana. Es necesario destacar que la OMS estima que el 24% de la carga mundial de morbilidad y el 23% de la mortalidad son atribuibles a factores medioambientales.

Es importante matizar que  existen causas derivadas de políticas o actividades directamente conducentes a un aumento de los riesgos ambientales para la salud. Algunos ejemplos son algunas decisiones relativas a la generación de energía, algunas prácticas agrícolas, la producción industrial o actividad empresarial y la ordenación del territorio que supongan un aumento de las emisiones, una exposición nociva o un aumento de la vulnerabilidad, que fomenten conductas poco saludables o aceleren el cambio climático.

El ODS que vertebra este documento es el ODS 3 de Salud y Bienestar, en concreto el ODS 3.9: Reducir la morbi-mortalidad por calidad del aire. A partir del cual se recogen e impulsan otros, como el ODS 6, relativo a la calidad del agua (Agua limpia y saneamiento), el ODS 11 relativo a las ciudades y comunidades sostenibles, (11.6 - Reducir el impacto ambiental en ciudades por calidad del aire),  y el ODS 13 Acción por el Clima.

Las líneas de intervención propuestas en el Plan están en concordancia con los objetivos que establece la ciencia a través del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y  alineados con los objetivos del Acuerdo de París y la política europea en materia de clima. Además de con la Convención del Aire sobre contaminación transfronteriza a larga distancia y con el Programa “Aire Puro” para Europa, que persiguen la reducción de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, partículas, metales pesados y ozono troposférico, entre otros contaminantes.

Además, este Plan Estratégico hace especial incidencia en los grupos vulnerables a este riesgo, tal y como indica el “The EU Environment and Health Action Plan” (EHAP). En este caso, se entiende como grupo vulnerable a la población infantil, personas mayores y mujeres embarazadas, incluyendo a las mujeres en edad fértil y a personas enfermas o con patologías que pueden verse afectadas por la exposición a los factores ambientales.

Algunas de las líneas estratégicas prioritarias del Plan son la protección de la salud de las personas de los efectos adversos que conlleva el Cambio Climático, el frío y calor extremos, la mala calidad del aire, de cualquier tipo de contaminación de las aguas en cualquiera de sus usos, y de la exposición a sustancias y mezclas químicas, entre otras.

Para ello se establecen líneas de acción concretas de prevención y protección; gestión, organización y coordinación; formación y comunicación del riesgo; investigación; y seguimiento, evaluación e indicadores.

Como fortalezas del Plan es necesario destacar:

  • El ámbito de aplicación, al ser un Plan promovido a nivel nacional, influye en todos los ámbitos nacionales.
  • El fortalecimiento de los sistemas de prevención y alerta temprana.
  • El fortalecimiento de los medios y recursos necesarios para garantizar su plena efectividad.
  • La aplicación del principio de “Salud en Todas las Políticas” que fortalece el trabajo intersectorial y permite desarrollar evaluaciones del impacto en la salud (EIS) de proyectos, planes y programas de temas urbanísticos, movilidad, vivienda, etc. con enfoque de equidad.
  • El desarrollo de los planes para la biodiversidad y renaturalización urbanas, de acuerdo con el Plan estratégico de Patrimonio Natural y Biodiversidad, fortaleciendo el componente de salud y biodiversidad en ciudades.

Como conclusión, me gustaría destacar la importancia de este Plan y los beneficios sociales y medioambientales que se conseguirán con su desarrollo.

¡Hasta la próxima publicación!

 

Enlaces de interés:

El impacto del medioambiente en la salud humana

Nota de prensa sobre el Plan Estratégico Salud y Medioambiente

Plan Estratégico Salud y Medioambiente 2022-2026

 

 

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